Carta al mejor amigo

Guatemala 23 de abril del 2018


Carísimo fratello
Rafael.


El tiempo corre, los días han pasado, parece una brevedad de tiempo la que hemos logrado compartir con tanta camaradería. El último fin de semana de enero, luego de un año para ambos bastante trágico, significativo, sin conocernos, tengo que admitir que no fuiste de mi total agrado, tus pláticas me parecían monótonas, un tanto aburridas y no creas que eso ha cambiado mucho. Comenzamos un viaje, (un tanto en contra de la voluntad) pero juntos, nunca pensé que ese fuera el verdadero inicio de un viaje de vida, de amistad. Como en tiempos antiguos la noche fue la que marcó el espacio de intimidad, aquellas pláticas que salieron de la monotonía y se lanzaron imprudenteme a la confianza, ahí estaba la semilla, ahí se fraguó la amistad. ¿Sabes? Nos hemos alejado, pero aquéllo queda estampado en el corazón hay que repetirlo ¿No creés?. Compartimos mucho pero sin duda alguna lo que nos unió fue un Corazón más grande que el nuestro, el Corazón que nos llamó.

Vienen tanta cosas a mi mente, espero estés realmente bien.

Un abrazo fraterno y recordá: dominicos ad quem Mortem.

David Gustavo García Fernández



Comentarios

Entradas populares de este blog